Bueno, hace algún tiempo hice notar que las revistas en papel prácticamente ya están desapareciendo, y creo que ese será su destino, porque la gente no las apoya ni las compra.
Por otra parte, están surgiendo muchas revistas nuevas, GRATIS, creadas bajo el concepto de Creative Commons, algo así como “creatividad común”, una forma de compartir conocimientos de manera global libre de derechos, pero con reconocimiento de autor, porque aquí si se protegen los derechos de autor, básicamente para que ningún gandalla se apropie de ideas ajenas.
He visto revistas de política, de artes, de mecánica, y de computación. En este caso les voy a recomendar una revista que conocí por casualidad en el gestor de software de Ubuntu, la de Full Circle Magazine. Si te interesa el mundo del Linux, o si quieres saber más de él, puedes descargar sus revistas (incluyendo números atrasados), desde aquí: (está en inglés)
http://fullcirclemagazine.org/
El comunismo del siglo XXI
El software libre, su novedosa licencia publica general (GNU), que legalmente protege al publico en general como el verdadero propietario del software libre de empresas sin escrúpulos que quieran adueñarse de él para sus propios fines comerciales, forman parte de lo que yo llamo el verdadero comunismo del siglo XXI.
Desgraciadamente, el termino “comunismo del Siglo XXI”, ha sido bastante corrompido por políticos sin escrúpulos, sobre todo en Venezuela. Para mí, y por propia definición, el comunismo no está bajo el liderazgo de ningún pinche gobierno ni empresa culera, aunque si he visto muchas empresas y gobiernos que utilizan el término para sus propios fines e intentando lucrar con él, ya sea económicamente, ya sea políticamente.
El comunismo que practicamos en el mundo Linux no está bajo el dominio de gobiernos ni una sola empresa en particular. En Venezuela, tristemente, y gracias al difunto Hugo Chávez, se ha hecho creer que el comunismo recae en un gobierno populista que manipula las variables económicas. No, señores: recae en el pueblo, y el gobierno no es pueblo, es gobierno.
Si vemos al comunismo en Linux, son un grupo de gente de pueblo cuyo fin es hacer software para resolver problemas comunes. Y aunque parezca mentira, esto tiene también cierto matiz capitalista: empresas como Ubuntu se han hecho ricas con Linux. Y esto es necesario, porque de otro modo el movimiento Linux moriría de hambre, se necesita dinero para mantenerlo vivo. Con todo, debo decirte que Canonical, la empresa propietaria de Ubuntu, ha donado miles de dólares al movimiento Gnome y a varios desarrolladores de software Linux. Igual, si quieres hacer tu propia empresa y distribución Linux, y ganar dinero, lo puedes hacer, nada te lo impide legalmente. Esa es la virtud de un verdadero comunismo del Siglo XXI.
En Venezuela, el gobierno está haciendo creer a sus compatriotas que el comunismo del Siglo XXI recae en una especie de caudillo y que los ricos forman parte de un imperio del mal y que todo aquel que se oponga al gobierno es enemigo del pueblo. Que triste que se piense así. Bueno, pero yo no soy venezolano, y tal vez me equivoque, los venezolanos tendrán mejor opinión que yo al respecto.
Pero también hay empresas que se quieren aprovechar del movimiento open source para sus fines comerciales sin dar nada a cambio.
Ayer escuché a un gûey de los asesores de Deloitte en la radio de México, en el programa de economía de “Imagen Informativa” algo que me hizo enfurecer. Dijo que los empleados eran como activos fijos de la empresa y así debían de verse, que debían de ser evaluados cada seis meses, como si fueran maquinaria, y sustituirlos cuando ya no sirvieran, y que incluso con el movimiento open source, posibilitaría a las empresas tener empleados a su servicio sin siquiera estar dentro de la organización. Ese buey está pero bien pendejo, si cree que va a tener empleados gratis y todavía considéralos como máquinas desechables, es porque no conoce o no entiende el movimiento de software libre o lo quiere manipular a sus conveniencias. El software libre tiene voluntarios para encontrar soluciones a problemas comunes, no para ayudarle a ganar dinero a empresas culeras, como Deloitte.
Si quieren tener empleados, tiene que pagarles, y a lo mejor tendrá razón al decir que los empleados somos maquinaria (muchas empresas mexicanas nos miran así, como activos de su propiedad), debo decirles que las personas (sus clientes) ya no tomamos en serio a empresas que maltratan a sus empleados.
Por otra parte, les digo a los empleados que no miren a sus empresas como un fin en sí, ni el trabajo lo vean como un fin sino como un medio solamente para conseguir dinero para satisfacer sus necesidades. Esto lo digo porque sus empresas tampoco los ven a ustedes como un fin sino como una simple maquinaria para hacerles ganar dinero. Serian injusto que nosotros (empleados) trataremos mejor a las empresas, que simplemente nos ven como activo circulante.
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