El día de hoy se celebra la famosa batalla de Puebla. El 5 de mayo de 1862 el ejercito mexicano, comandados por Ignacio Zaragoza, venció y expulso del país a los invasores franceses de Napoleón III, considerados el mejor ejército del mundo.
En aquéllos tiempos, México debía mucho dinero, sus acreedores principales eran Estados Unidos, Francia, Inglaterra y España. Benito Juárez pudo renegociar la deuda externa en otros términos y la mayoría se fueron conformes, exceptuando Francia, quién encontró un pretexto para hacerle la guerra a México y quedarse en América con una colonia francesa.
El gobierno de Juárez estuvo peregrinando por varias ciudades durante los cerca de 5 años que duró la guerra, mientras había dos gobiernos paralelos: el de la República, lidereado por Juárez, y el del Segundo Imperio Mexicano, lidereado por Maximiliano de Habsburgo, y su esposa Carlota, que se declaraban así mismos como Emperadores de México.
Con la derrota de los franceses en Puebla, se fusiló a Maximiliano en el Cerro de las Campanas, en Querétaro, junto con los generales traidores Miramón y Mejía. Carlota huyó a Europa y enloqueció. Esa fué una de las pocas facetas de la historia de México en donde el país se vistió de gloria y Juárez, como presidente, demostró un liderazgo que superó a la de las grandes potencias.
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